Hoy hay de tó...
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Capítulo 2x07: Be Water
domingo, 26 de octubre de 2014
- Leches, me duele hasta el pelo. - pensó el Novato en voz alta mientras se sentaba en una hamaca vieja y rota, que se sostenía a duras penas apoyada de cualquier forma contra la pared del vestuario de camareros.
- Fuma. - dijo el Maquina ofreciéndole un cigarrillo de un paquete arrugado que sacó del bolsillo de su pantalón negro de pinza. Arrugado y mojado de sudor, como pudo deducir por el estado del paquete. No era para menos. Acababan de terminar el turno de desayunos y ya estaban reventados, literalmente. Desde que empezara a trabajar en ese maldito hotel muchas cosas habían cambiado en su vida. Su cuerpo se acostumbró a dormir una media de cinco horas al día. Incluso cuando llegaba su día de descanso apenas conseguía dormir, levantándose de madrugada como si tuviera que ir a servir los desayunos. Perdió cerca de once kilos en las primeras semanas, en parte debido a la gastroenteritis que padeció nada más empezar y en parte debido a la falta de apetito, que se había esfumado como si su cuerpo se negara a recibir el sustento energético mínimo. Su aparato digestivo conspiraba contra él y todo alimento, por ligero que fuera, le sentaba mal. Así que su dieta se componía principalmente de bebidas isotónicas excesivamente azucaradas. Y tabaco, siempre que le ofrecían por supuesto, que aún no había cobrado y el presupuesto no daba para tanto.
El final del verano
lunes, 15 de septiembre de 2014
Apenas una semana atrás la calle se encontraba abarrotada de mesas, las terrazas llenas de vida, obligaban a un grupo de irreductibles camareros a trabajar sin descanso para poder absorber la ingente actividad que se les venía encima, gracias al calor, las vacaciones de la gente de la capital y en definitiva, la temporada fuerte de la hostelería de "esta nuestra comunidad".
El viento de poniente sopló de nuevo desde el interior meciendo las ramas de los arboles que cubrían la calle por completo con sus hojas, que cayeron despacio hacia el suelo, sumándose al manto marrón que ya cubría buena parte de la superficie.
No había ni una sola mesa a esas horas de la noche. Tampoco había gente paseando. Sólo una persona observaba atento el desolador paraje en el que se había convertido su particular campo de batalla. El cordón que sujetaba su delantal y la cinta roja de su cabeza también se agitaron debido al viento, pero él no se inmutó, concentrado como estaba en sus propios pensamientos.
Sólo el fuerte zarandeo provocado por doscientos kilos de brazo cien por cien cubano consiguió sacarlo de su mutismo.
- ¿¡Que bolá!? Helmano, ya está, se acabó el verano. Uff, yo creí que no llegábamos al final.
- Siempre llegamos, pero el calor casi acaba con nosotros este año, Cubanito69 - respondió aquél sonriendo.
Se desató el mandil de camarero y el pantalón se vio repentinamente liberado de la presión cayendo unos centímetros. Había perdido cerca de diez kilos desde que empezó la temporada de verano. Tampoco era algo nuevo, siempre acababa igual, echo un saco de huesos.
Se quitó el bolígrafo de la oreja y lo miró fijamente. «Un año más - pensó - Que ganas tenía de hacer esto»
Apretó fuerte el botón. Clic.
Capítulo 2x06: La Rubia y el Demonio
martes, 10 de junio de 2014
Nauseas, mareo, olor a habitáculo cerrado, humedad...
Abrió ligeramente los ojos y se encontró a su madre mirándolo de cerca. Su mera presencia le tranquilizó. Estaba en casa y eso significaba paz, comida caliente en buen estado, y lo mas importante: El señor Hateman estaba lejos, muy lejos de aquella madriguera de seguridad que era la casa de sus padres. Cerró los ojos para tratar de volver al mundo de los sueños, donde no existieran hoteles, ni camareros argentinos demasiado listos, ni montañas de platos sucios que recoger. Por un instante pareció conseguirlo, mas una voz inconfundible, rasgada y estridente sonó en su cabeza transportándole irremediablemente al mismísimo infierno.
- Hostias, pero si está medio muerto. ¿Que ha dicho el medico? Mire que tenemos la jodida navidad encima y yo necesito a este tío.